Walk, don’t run

Walk don’t run es una canción clásica de The Ventures, una banda que siempre sonó en el tornamesa de mi casa cuando yo era pequeño. Y este recuerdo cayó como anillo al dedo para titular este artículo sobre un tema, el cual muy a menudo me preguntan:

¿Por qué es tan dificil vivir del diseño gráfico o del arte?

Aunque sonaría mejor decir “¿Por qué no puedo ganar igual que tú?”

Pues bien, siempre he dicho que la carrera de diseñador gráfico publicitario puede terminar siendo una profesión bastante rentable con el pasar de los años, pero no solo depende del talento o de qué tanto domines las técnicas en sí, sino de qué tan auto-crítico eres, de tu disciplina y sobretodo de la experiencia que se gana con los años de aprendizaje continuo. Y en una considerable parte también depende de tu capacidad de invertir en buenas herramientas y de nuevamente, ser disciplinado en tu trabajo.

Una de las cosas que siempre he recomendado a mis alumnos o a quienes quieren seguir la carrera de diseño gráfico publicitario es tener paciencia y perseverancia. Si no tienes esas cualidades, estás perdiendo tu tiempo.

No depende de la suerte, ni de tener una familia de apellido, ni tampoco depende de tus contactos / vara.

Estos tres puntos me los han repetido constantemente en estos 10 años que tengo como profesional, y hasta ahora ni he caido en eso ni mucho menos ando quejándome.

No puedo negar que quizá haya una mínima cuota de suerte en el supuesto caso de un recién egresado que se lance como independiente, sobrevivir y quizá tener un éxito relativo.

A mí me funcionó cuando terminé la carrera, me dediqué de lleno a agarrar cuanto proyecto freelance pudiera, y cobrando un promedio menor al de los diseñadores independientes de aquel entonces (comienzo de los 2000) pero funcionó porque el mercado del diseño era lo suficientemente flexible y yo ya tenía experiencia moviendo mi trabajo como ilustrador (desde antes incluso de estudiar la carrera).

Pero sin experiencia eso no dura mucho, y al final entendí que necesitaba ganar millas de viaje en una agencia de publicidad o un estudio gráfico para poder resolver problemas que necesitaban definitivamente de esa experiencia. Aprender de otros que ya llevaban mas tiempo en el rubro y definitivamente manejar de manera asistida una mayor variedad de proyectos.

Aprendí con los años a seguir ciertos procesos e ir adquiriendo algunas habilidades completamente distantes a la carrera en sí (como negociar con los clientes o los proveedores), y también pasé por etapas definitivamente importantes, las cuales explicaré a continuación.

1. Experiencia y derecho de piso.

Recibir felicitaciones por hacer buenos PROYECTOS ACADÉMICOS en la carrera de diseño NO ES LO MISMO que practicar en una agencia de publicidad o estudio gráfico-publicitario. con CLIENTES REALES.

Después de salir del colegio -alrededor de 1996-, seguí un curso de medio año en software orientado al diseño en un instituto que quedaba a menos de un par de calles de mi casa, y terminé con excelentes notas y muy buenos y elogiados proyectos.

De inmediato pretendí vivir un tiempo con los primeros ingresos que tuve como freelance haciendo algunas piezas gráficas muy básicas como tarjetas personales o volantes. No duró mucho porque no sábia cómo conseguir clientes y tampoco tenía base teórica sobre color y diseño gráfico. El siguiente pasó fue entrar a estudiar la carrera de Diseño Gráfico Publicitario a inicios del año 1997.

Cuando egresé de la carrera, ya tenía experiencia como practicante en una pre-prensa, también como asistente en un estudio de diseño, y tenía el conocimiento suficiente y las diversas técnicas aprendidas, pero carecía de la experiencia real, que pueda respaldar mis pretenciones salariales en un estudio o agencia publicitaria. Estaba comenzando de cero.

En este punto, jamás entendí a mis amigos de la Toulouse-Lautrec que apenas egresando pretendían cobrar 2000 soles de sueldo, ¡Sin Experiencia!

En dos años y medio de prácticas y de trabajar a la par en proyectos cortos para agencias -como freelance- pero codo a codo con equipos y situaciones reales (directores de arte, directores creativos, brief, artefinalistas y ejecutivos de cuentas), aprendí varias cosas que me enseñaron a trabajar con más orden y a tener mayor control sobre el deasrrollo de mi trabajo como profesional.

Volví a lanzarme a hacer diseño gráfico como freelance y a pagar nuevamente derecho de piso, pero ya tenía mejor experiencia, sabía cuánto tiempo me tomaba cada tipo de trabajo y sobretodo sabía tratar con los clientes al momento de vender una idea.

Luego de investigar por mi propia cuenta (de manera autodidacta) sobre diseño y desarrollo web y multimedia, entré a trabajar en una empresa de soluciones de Internet.

En esta empresa (una de las top 5 del mercado) aprendí a profundidad todo lo referente a diseño web, a programación, a mailings y administración de contenidos durante los 3 años que estuve ahí.

A partir de esa experiencia, fui estructurando y organizando lo que sería el sistema de trabajo de mi actual estudio gráfico. Lo más importante, además de la experiencia y destreza en el campo profesional, tenía un capital ahorrado para afrontar al mercado, y de paso me había hecho conocido en el medio y contaba con un regular número de clientes fijos que me aseguraban un ingreso constante.

2. Destreza vs. Experiencia

Tener un portafolio bueno (pero pocas horas de vuelo) no necesariamente garantiza que funciones como freelance.

Mi error en determinados momentos fue dar por sentado que al tener una habilidad bien desarrollada y la calidad de trabajo necesaria para afrontar cualquier proyecto, me daban la licencia de lanzarme a trabajar como independiente.

Pues no.

Aprendí que primero necesitaba afianzarme de manera integral para poder desempeñarme como freelance. Existe bastante competencia. Por un lado están los diseñadores freelance de carrera y por otro lado los diseñadores freelance que se hicieron a partir de la necesidad dominando software de diseño mediante muchísima práctica pero carentes de toda teoría, todos ellos compitiendo en el mismo rubro.

En este momento hay una gran demanda por la carrera y hay un gran número de estudiantes y egresados, y todos buscan éxito, notoriedad, y poder vivir del diseño.

Siendo casi fines del 2010 afirmo que el mercado está absolutamente saturado, y es imperativo tener que resaltar por sobre el resto.

“Este causa la rompe”. Sí, pero no es suficiente para tener éxito, ni siquiera para sobrevivir.

Recuerda: los clientes no caen por suerte. Si llegan a contactarnos es porque a) Nuestro trabajo es recomendado por un cliente satisfecho, o b) Porque los trabajos de nuestro portafolio hablan muy bien de la calidad y experiencia que ofrecemos y de alguna manera (definitivamente a partir del punto “a”) es que han llegado a nosotros.

Nuevamente la destreza o saber dominar un programa de diseño o romperla en photoshop sin tener las bases sólidas de teoria del color y fundamentos visuales, no te sirven de NADA.

3. Estrategia de comunicación e inversión

Si la carrera de diseño gráfico publicitario fue cara, trabajar como freelance implica una inversión muchísimo mayor.

Llevo 10 años como diseñador gráfico independiente, y recién este año he comenzado una estrategia de comunicación que utilizo como filtro. Mi comunicación actual además de informar sobre los diferentes servicios dentro del diseño gráfico que realizo, deja bien en claro que, como estudio grafico, soy bastante selectivo con los clientes con quienes trabajo y de la misma manera busco clientes selectivos que sepan con quién van a trabajar, que hayan previamente visto mi portafolio y que sepan bien lo que quieren y tengan claro que un buen diseño cuesta.

Una estrategia para promover tu trabajo NO es tan simple como colocar avisos para comenzar a recibir llamadas o emails.

En gran parte es invertir dinero en registrar el nombre de tu empresa, en registrar tu marca, el logo, etc.; Invertir tiempo también en constituir la empresa como tal, y aprender y saber las diferencias entre una EIRL o una SAC y qué regimen tributario te conviene más.

Un freelance que recién comienza, necesita tener su imagen bien definida en tarjetas y recibos porque estas piezas gráficas son las que van a dar la cara por ti. Y no solamente frente al cliente directo, me ha pasado que un estudio contable terminó pidiendome una campaña gráfica a partir de ver el diseño de mis recibos por honorarios.

Otros adicionales en los cuales invertir: Un juego de guías PANTONE (coated / uncoated), una computadora desktop de última generación, contratar un servicio de calibración de monitor, una buena impresora, un scanner profesional, cámara profesional, cámara pocket para bocetos, una laptop para presentaciones en reuniones, CDs y DVDs en blanco, discos duros externos para almacenar los backups, y esto solo son un puñado de cosas básicas.

Personalmente además de eso, invierto constantemente en tarjetas personales, papel membretado, sobres, recibos, stickers, postales publicitarias, sellos, folders impresos, etc.

Entonces, antes de realizar una estrategia de comunicación primero debes tener las herramientas necesarias para poder cubrir la demanda de trabajo. También implica contar con los insumos necesarios para la producción gráfica y definitivamente tener una papelería de calidad para complementar tu imagen al momento de llegar a tus clientes.

4. El arte de saber comunicarse en los negocios

Saber cuánto cobrar no significa que sepas dirigir un negocio si no sabes cómo hablar con tu cliente.

Convertirse en un diseñador freelance no solo significa ser reconocido por tener calidad y habilidad en lo que haces de manera independiente, sino que exige principalmente tener la suficiente experiencia y criterio para poder resolver las necesidades de tu cliente, la habilidad para comunicarte con él y bastante paciencia y perseverancia con respecto a las exigencias en los proyectos y la administración misma de tu estudio.

Saber redactar documentos legales (contratos), administrativos (cotizaciones, cartas de presentación), o de proceso de producción (brief, orden de trabajo) son parte imprescindible del freelance.

Un contrato mal redactado, con signos de puntuación en lugares equivocados, puede convertir el proyecto que acabas de aceptar en una pesadilla. Muchas veces es el resultado de la falta de lectura. Si no lees no sabes redactar, y si no sabes redactar, estás frito.

En resumen, para sobrevivir en el mercado del diseño gráfico independiente, se necesita práctica, aceptar que debes pasar por procesos donde se gana experiencia a través del tiempo, necesitas bastante disciplina y no perder jamás esas ganas de aprender constantemente.

También necesitas desarrollar unos procesos internos claros y fluidos para asegurar la calidad constante y el cumplimiento de los plazos de entrega.

Saber invertir en tus herramientas de trabajo y en tu imagen, ya que un buen producto sin una buena imagen no sirve de nada.

Implica también un acertado manejo de las finanzas, contabilidad y una aguda visión de negocios que finalmente es lo que te hará crecer, lo que te posibilitará visualizar otras oportunidades dentro del mercado y no quedarte estancado.

Por eso, amiguito que te quejas todo el tiempo que no ganas más que los demás diseñadores, o que jamás vas a poder ahorrar porque no naciste en cuna de oro, o que los clientes no te toman en serio. Basta. Esto no se trata para nada de eso.

Primero aprende a caminar antes de correr.